Juan Carlos Cuello representó a Chepes en el Desafío Valle de la Luna
El ciclista chepeño Juan Carlos Cuello participó el pasado fin de semana del reconocido Desafío Valle de la Luna, una competencia de mountain bike que se desarrolla en el imponente Parque Provincial Ischigualasto, caracterizado por sus paisajes únicos que evocan la superficie de otro planeta.
Cuello, quien compitió por tercera vez en el evento, destacó la experiencia como “mágica e inolvidable”. Este año, la largada se realizó al atardecer y la llegada se dio bajo la luz de la luna llena, a diferencia de ediciones anteriores que se desarrollaban mayormente de madrugada.
La competencia contó con dos modalidades: 65 km y 35 km. Aunque inicialmente estaba inscripto en la categoría mayor, el corredor decidió participar en la de 35 km debido a la falta de entrenamiento. Sin embargo, aclaró que ambas distancias presentan un gran nivel de exigencia.
“El circuito es duro; primero bajás y luego tenés casi 30 kilómetros de subida. Es hermoso, se sufre y se disfruta”, relató.
Este año fue el único representante de Chepes, aunque confirmó la presencia de ciclistas de distintas provincias y de otros países. En su categoría hubo más de 300 participantes y cerca de 1.500 en total. Cuello finalizó alrededor del puesto 90, aunque aseguró que el resultado no es su prioridad:
“No voy a buscar un trofeo, sino a disfrutar. Es un privilegio poder hacer este deporte”.
El corredor destacó también la organización del evento, señalando la seguridad en los senderos, la asistencia técnica y el acompañamiento permanente de la gente. “Nunca estás solo; te alientan todo el tiempo”, afirmó.
Respecto al clima, contó que la jornada comenzó con frío y lluvias, pero hacia el mediodía el cielo se despejó y permitió disfrutar del recorrido con sol y posteriormente con la luna llena, lo que calificó como una experiencia “mágica”.
Cuello aprovechó para agradecer a su familia por el apoyo constante y expresó su deseo de continuar participando en futuras competencias, como el desafío de Sierra de las Minas, al que espera asistir.
“Uno vuelve cansado, pero con el alma llena. Recomiendo a todos vivir esta experiencia al menos una vez”.









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